El encuentro intergeneracional: un espacio de aprendizaje cooperativo ambiental desde la Cátedra Universitaria del adulto mayor

Introducción

En la contemporaneidad los cambios entre las personas de diferentes edades repercuten en la comunidad, lo cual obliga a repensar a los profesionales de la educación, en alternativas de interacción y reciprocidad entre el adulto mayor (población de 60 y más años) y otras generaciones. La región de Europa está experimentando cambios demográficos sin precedentes por su amplitud y su gravedad. En el 2003, el crecimiento natural europeo se limitó a un 0,04 % anual, y los nuevos Estados miembros, salvo Chipre y Malta, sufrieron incluso un descenso de población (Comisión Europea, 2005).

Los cambios demográficos están modelando una nueva sociedad y se acelerarán a partir de 2010. Cada vez habrá menos jóvenes y adultos, cada vez habrá más trabajadores de edad, jubilados y ancianos (Comisión Europea, 2005). Según las previsiones, en América Latina el número de adultos mayores superará por primera vez al de niños en 2040 (Moral Jiménez, M. de la V., 2017). En 2050, la tasa de dependencia total (porcentaje de la población con edades por debajo de los 15 años y por encima de 65 años con respecto a cada 100 habitantes con edades comprendidas entre 15 y 64 años) aumentará considerablemente en Europa (24,8 puntos porcentuales) y América del Norte (14,4 puntos porcentuales), y moderadamente en Asia (8,5 puntos porcentuales), Oceanía (6,8 puntos porcentuales) y América Latina y el Caribe (7,6 puntos porcentuales) (ONU DAES, 2017).

Como resultado del cambio demográfico, habrá más pacientes mayores que padezcan enfermedades crónicas y, en muchos casos, múltiples. Casi la mitad de las personas de 65 años o más son percibidas como si tuvieran una discapacidad o una limitación en la actividad de larga duración. Además, los efectos del cambio climático, los desastres naturales, la degradación y la contaminación del medio ambiente tienden a aumentar de forma desproporcionada la influencia de los factores ambientales sobre la salud de las personas mayores. En Cuba, cada vez, se incrementan los esfuerzos para coadyuvar a tal aspiración, más cuando 596 951 personas poseen entre 60 y 64 años de edad, mientras 1 731 393 superan los 65 años, de manera conjunta el 20,8% del total nacional (ONEI, 2020). En este sentido, la actual investigación responde a la oportunidad de interacción entre los adultos mayores institucionalizados en el Hogar de Ancianos Clodomira Acosta Ferrales y las embarazadas del Hogar Materno del municipio San Luis, provincia Santiago de Cuba, entidades que coexisten en el mismo espacio geográfico. En dicho Hogar de Ancianos, habitan 39 personas, de los cuales 22 son matrículas de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor (CUAM), una de las iniciativas de extensión universitaria desarrollada por el Centro Universitario Municipal (CUM) San Luis, perteneciente a la Universidad de Oriente. Por otra parte, el hogar materno posee una cifra variable de 17 gestantes. En el Consejo Popular donde se encuentran las mencionadas instituciones, también se localizan la Escuela Primaria Mártires Internacionalistas, el Instituto Pre- universitario Urbano Doris Manuel Martínez Mejías. Además, son partícipes estudiantes de las carreras universitarias de Licenciatura en Marxismo Leninismo y Licenciatura en Gestión Sociocultural; donde a través de dicha cátedra se gestiona la posibilidad de contar con espacios de aprendizaje cooperativo ambiental para reunir a varias generaciones en un contexto educativo y de intercambio informal. Entre los aspectos que afectan los procesos de socialización en el adulto mayor están la pérdida progresiva de las redes de apoyo primarias y las de contacto con sus sistemas de relaciones, principalmente por la aparición de enfermedades incapacitantes, las cuales además de exponerlos a factores de riesgo, deterioro físico y cognitivo, experiencias negativas (Rodríguez, 1989). De igual manera, el inadecuado manejo de las problemáticas del contexto, puede confluir en respuestas depresivas, sentimientos de soledad y desesperanza, aspectos que se proyectan a toda su cotidianidad y no permiten al adulto mayor proyectarse de manera proactiva (San Molina & Arranz, 2010). Por lo que hacer al adulto mayor partícipe de nuevas acciones socio- educativas les ayudaría a mantener su estabilidad emocional. Importantes organizaciones mundiales dedican sus esfuerzos para potenciar la educación ambiental, trazando propuestas que obedezcan a la importancia de potenciar la educación ambiental, en respuesta a los objetivos números 4 ¨Educación de calidad¨ y 13 ¨Acción por el clima¨, promulgados en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (CEPAL, 2015). En Cuba el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático está liderado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y orienta en la Tarea No. 10, la realización de acciones para la educación ambiental de la población (CITMA, 2017). Por consiguiente, se declara como objetivo proponer un plan de actividades sobre temas ambientales que contribuyan al intercambio intergeneracional entre adultos mayores del Hogar de Ancianos “Clodomira Acosta Ferrales”, las embarazadas del Hogar Materno y estudiantes de distintos niveles de enseñanzas, en el municipio San Luis, provincia Santiago de Cuba.

Marco Teórico

En la investigación se asume que: “el adulto mayor es portador de regularidades propias de una etapa del desarrollo humano, así como de una serie de limitaciones, en gran medida provenientes de prejuicios que le ha depositado la cultura” (Oroza, 2003, p.11), pues aporta aspectos relacionados con las diferentes etapas de la vida en dependencia de su evolución, lo cual incide en el desarrollo de su propia cultura capaz de compartirla o no con otras personas sin tener en cuenta edad. El envejecimiento se sucede en el sujeto, pero no se puede tomar en consideración al hombre aislado del entorno social, en el cual se desenvuelve y con el que interactúa. Por tanto, donde se propicie el espacio para compartir distintos códigos de mensajes, conocimientos, sabidurías y experiencias se favorece la participación motivadora, la conciencia sobre actuaciones de lo vivido. En correspondencia con lo anterior, se requiere propiciar la adquisición de aprendizajes, no sólo al aportar, sino al enriquecer el conocimiento, lo cual incide en mayor desenvolvimiento y capacidad integral del hombre como ente social. Al respecto se precisa tener en cuenta que el aprendizaje cooperativo, como vía para mejorar los aprendizajes, propicia un proceso de enseñanza -aprendizaje en equipos, con eje en la cooperación, con una forma sistemática de estructuración y guía docente de cada actividad (Maldonado, 2013). En este caso particular, el conocimiento está orientado hacia un aprendizaje cooperativo ambiental, proyectado desde los encuentros intergeneracionales. El término educación ambiental es asumido como ¨proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible¨ (Ministerio de Justicia, 1997). En el nuevo contexto del cambio climático, la educación ambiental, “debe intencionar desde los procesos educativos a todos los niveles, los conocimientos, habilidades, capacidades, valores y valoraciones, que permitan un pensamiento reflexivo en cada persona y la conciencia para la acción orientada hacia la mitigación, la adaptación ante los impactos del cambio climático y el desarrollo sostenible” (Velázquez Labrada, Pérez Benítez, Pérez Rodríguez, et al., 2021, p.332). Por otra parte, el encuentro intergeneracional es un espacio entre distintas generaciones mediado por la comunicación con un propósito específico donde predominan las experiencias de cada persona, de ahí que incide en la toma de decisiones para la solución de problemas tanto personales como sociales, sin obviar la familia y la comunidad, además de incrementar el nivel cultural. Constituye un espacio de retroalimentación, mediado por el aprendizaje entre diferentes grupos etáreos (Hatton-Yeo & Ohsako, 2001).

Metodología

La investigación, se realizó en el año 2019, por un grupo de docentes del CUM San Luis, en el Hogar de ancianos Clodomira Acosta Ferrales y en el Hogar materno, ambos colindantes y ubicados en el Consejo Popular Enma Rosa Chuig, del municipio San Luis, provincia Santiago de Cuba, con la participación de 19 ancianos adultos mayores y 13 gestantes de manera respectiva. En este Consejo Popular, también se localizan la Escuela Primaria Mártires Internacionalistas, donde participaron 10 alumnos, el Instituto Preuniversitario Urbano del Preuniversitario Doris Manuel Martínez Mejías donde asistieron 6 estudiantes, también son partícipes 4 estudiantes de las carreras de: Marxismo Leninismo y Gestión Cultural para el Desarrollo; lográndose el establecimiento de vínculos, la adopción de roles y la formación de una red de apoyo mutua. La propuesta se realiza bajo las premisas de la investigación cualitativa, por tanto, se tuvo en cuenta la utilización de los siguientes métodos: Se emplearon entrevistas semiestructuradas atendiendo a los siguientes indicadores:

• Conocimiento sobre los problemas ambientales nacionales y locales, sus causas y consecuencias, con énfasis en el cambio climático. • Actitudes proambientales a favor del ahorro y protección de recursos naturales. • Principales problemáticas relacionadas con el envejecimiento activo y el cuido personal. • Situación epidemiológica y actitud ante la vida. La observación participante, para observar los sucesos de cada actividad desarrollada con la particularidad que el observador está inmerso en contexto a observar, estuvo en función de atender el comportamiento de los adultos mayores durante la interacción con las diferentes generaciones para el tratamiento a temas ambientales, la socialización de sus experiencias basadas en las historias de vida. Para el empleo del método de historias de vida se indican objetivos esenciales según Ruiz Olabuénaga & Ispizua (1989), tales como: captar la totalidad, es decir, recoger toda la experiencia biográfica del sujeto desde su infancia hasta el presente, captar la ambigüedad y el cambio, es decir, recoger todas las dudas, cambio de opiniones, ambigüedades que el sujeta pueda tener; captar la visión subjetiva, el autoconcepto que el sujeto tiene sobre sí mismo y sobre los demás, cómo atribuye sus éxitos y fracasos y encontrar las claves de la interpretación, es decir, explicar su historia evitando cualquier tipo de subjetividad. Se proyectó el trabajo en tres fases, teniendo en cuenta las siguientes premisas y fases: Premisas: -Procurar la confluencia de las entidades de Salud Pública y el sector de Educación. -Promover el apoyo interno y el desarrollo de competencias comunicativas y de investigación en los jóvenes participantes. -Diseñar actividades ambientales de beneficio social.

Fases:

I. Fase inicial:

En dicha fase se elaboró la propuesta de participación o inserción del adulto mayor institucionalizado en el Hogar de ancianos “Clodomira Acosta Ferrales” para conformar el grupo de interacción del encuentro intergeneracional con las adolescentes embarazadas, así mismo se realizaron las invitaciones a dichas gestantes para asistir a este espacio.

II. Fase de capacitación: Fue desarrollada por el equipo de investigadores, pertenecientes al CUM San Luis, el director y trabajadora social del Hogar de ancianos, la gerontóloga, la psicóloga y el grupo seleccionado de adultos mayores y jóvenes embarazadas. Se realizó la preparación de la actividad, atendiendo a las temáticas que se impartirían, juegos cooperativos y manualidades, en vínculo directo con aspectos ambientales.

III. Fase de ejecución o intervención:

En este caso se emplearon tres momentos de trabajo para lograr una mayor participación e integración de los participantes a las actividades. Intersección: Los participantes interactúan entre sí, en la realización de alguna actividad ambiental conjunta. Aún el nivel de interacción es bajo y cada participante sigue teniendo como referencia su grupo de edad. Agrupación: los jóvenes y adultos mayores se agrupan en dúos o de forma grupal, para trabajar en colectivo en la elaboración de un programa intergeneracional en beneficio ambiental de la comunidad. Convivencial: las distintas generaciones, en un mismo espacio físico, exponen conocimientos, experiencias vivenciales. Comprende al desarrollo por equipos de las actividades siguientes.

Plan de actividades:

1. Debate sobre la historia ambiental de la localidad, las principales fuentes de producciones en el municipio en las décadas del 80 y 90. Fuentes de empleo en el municipio, principales personalidades del municipio. 2. Impartición de los temas siguientes a través de talleres:

-Autoimagen del adulto mayor. -Jardinería y plantas medicinales. -Medio ambiente y cambio climático. Tarea VIDA. -Salud y cambio climático. -La mujer y la comunicación intrafamiliar.

3.Apertura de un servicio de préstamo y donación de libros para jóvenes.

Resultados

Las entrevistas semiestructuradas demostraron el adecuado conocimiento sobre los problemas ambientales globales, nacionales y locales, los factores bióticos, abióticos y socioeconómicos del medio ambiente y la ejemplificación de acciones a llevar a cabo para su conservación. La generalidad de los criterios, se corresponden con los problemas de carencia, calidad y disponibilidad del agua potable. En los diferentes encuentros, se reflexionó acerca de la importancia de sentirse útil, a través de una tarea tan necesaria en los tiempos actuales como sembrar plantas, por su significación en la captura de carbono en la atmósfera. Se realizó mayor énfasis en la siembra de plantas medicinales, por su alto impacto en el cuidado de la salud. Reconocen otras problemáticas relacionadas con el envejecimiento activo y el cuido personal, en tanto reflexionan acerca de la buena apariencia e higiene personal. En relación con la actitud ante la vida reconocen de qué manera se puede incidir para mantener el cuidado y protección al medio ambiente. Se destacan las diferentes entrevistas en el programa radial: “Más Vida”, de la Emisora Municipal. En relación al cambio climático se dialogó acerca de sus causas, consecuencias, principales impactos y pronósticos en distintos escenarios, según las alertas del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, 2014). Se explicó el actual Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático en Cuba. Mediante la observación participante se logró entender la conducta social de los adultos mayores, a partir de sus actitudes y aptitudes en intercambio con las diversas generaciones sobre sus experiencias en relación con actividades ambientales. Se debatió mediante guías de observación previas, videos relacionados con el impacto del cambio climático a los ecosistemas y la salud humana. El empleo del método de historias de vida arrojó que poseen conocimiento necesario para establecer los espacios de comunicación intergeneracional, de intercambio de vivencias. Las experiencias permitieron aclarar dudas, refutar opiniones sobre aspectos ambientales, lo cual contribuyó al fortalecimiento de la orientación vocacional y profesional a estudiantes y jóvenes. A continuación, se presentan evidencias de encuentros intergeneracionales entre adultos mayores y pioneros durante las actividades culturales y ambientales (Figura 1A), mujeres embarazadas en el taller sobre comunicación intrafamiliar (Figura 1B), así como en otros talleres (Figura 1C).

Figura 1A. Pioneros y adultos mayores insertados en actividades culturales.

Fuente: Elaborado por los autores

Figura 1B. Taller intergeneracional “La mujer y la comunicación intrafamiliar”

Fuente: Elaborado por los autores

Figura 1C. Diferentes momentos en los Taller intergeneracionales.

Fuente: Elaborado por los autores

Discusión

Las actividades realizadas permitieron realizar un recuento de las vivencias de los participantes en los temas ambientales planteados. En relación a la contribución en la mejora de las relaciones intergeneracionales, lo cual favorece en las jóvenes generaciones el respeto y afecto por las personas de mayor edad, se logró una relación de intercambio afectivo y socialización entre los adultos mayores y las jóvenes embarazadas, se constató que muchos de los adultos mayores permanecían dentro de un estado de letargo e incomprensiones de sucesos del presente. Por ello se enfrascaban en el pasado como un estilo para vislumbrar todos los aspectos de la vida que tuviesen que afrontar dentro de su vejez. Este hecho dejó entrever que los procesos de las actividades realizadas en los encuentros intergeneracionales contribuyeron a modificar positivamente las actitudes de auto-aceptación para los adultos mayores, favorecieron la expresión de sentimientos en relación al medio ambiente, habilidades para una mejor relación con sus círculos relacionales, mejora la autoestima y la autonomía. (Marván, 2004). Como parte del fortalecimiento de los valores de participación, debate, colaboración y convivencia entre diferentes edades, se garantizó el intercambio de experiencias y juegos cooperativos de roles; la concientización sobre la importancia de modelar en las familias el respeto por el adulto mayor, lo cual propició tiempos de calidad con los adultos mayores involucrándolos en las tomas de decisiones (en el momento de la gestión de quehaceres hogareños, participación en la planificación de espacios de recreación y esparcimientos familiares, preparación de escenarios para el intercambio con grupos de personas contemporáneos en edad, más allegados, entre otros), compartimiento de espacios para el disfrute de materiales audiovisuales en familia con diferentes generaciones de personas en el hogar. Se pudo constatar mediante las actividades realizadas, que los valores intergeneracionales influyen en el desarrollo de la comunidad y en espacios cooperativos donde las generaciones necesitan de la adquisición del aprendizaje para el logro de sus aspiraciones, metas o propósitos, el fortalecimiento de valores culturales en correspondencia con su identidad cultural, así como seguir patrones de conductas positivos (Hatton-Yeo & Ohsako, 2001). Lo anterior deviene en un intercambio de experiencias, donde los adultos exponen sus vivencias en relación a temas específicos que dirige el profesor universitario, con lo cual se contribuye al fortalecimiento de valores morales como el respeto, solidaridad, responsabilidad, compañerismo. A su vez, los docentes en formación que participan en el intercambio de ideas, pueden extrapolar el conocimiento adquirido a las clases, iniciar nuevas investigaciones educativas, con énfasis en la correcta convivencia social y familiar. Con los encuentros intergeneracionales llevados a cabo con los estudiantes de las escuelas antes referidas, los adultos mayores institucionalizados y los facilitadores (especialistas, investigadores, padres de familia y docentes), se logró mejor autovaloración del rol asumido, al posicionarse positivamente dentro de los encuentros propuestos. En el adulto mayor se presentaron sentimientos de satisfacción por los roles desempeñados en las diferentes actividades, contentivas de expresiones artísticas en vínculo con el medio ambiente, como canciones, presentaciones de bailes tradicionales, manualidades, entre otras. Se resalta de parte del adulto mayor la evolución para dar un concepto de su proceder dentro de las actividades propuestas, pasando de la clara identificación de sus dificultades y temores al interactuar socialmente con los infantes, al reconocimiento de fortalezas en la participación, creación y puesta en escena de lecturas infantiles como mecanismos de interacción. Hay que destacar que el proceso de enseñanza fue de vital importancia en la población del adulto mayor, debido a que construyeron confianza en sí mismos a partir de la voz de su propia experiencia dentro de los escenarios de preparación. De igual se fortaleció la formación vocacional de los niños y jóvenes, a partir de la socialización por los adulos mayores de las mejores experiencias laborales en función de la protección ambiental. El planteamiento de criterios positivos demuestra la modificación en las creencias estereotipadas sobre sí mismos y sobre las poblaciones circundantes. Por ejemplo, por parte del personal docente hubo una transformación en la manera de concebir la comunicación entre adultos mayores y diferentes generaciones, al reconocer el potencial del adulto mayor para la creación y socialización. Con las actividades se pudo apreciar un proceso de sensibilización donde cada cual aprendió de la experiencia del otro demostrado con la motivación intrínseca por ayudar al adulto mayor. Se apreció en las personas un mayor interés por el aprendizaje ambiental, al propiciar el contacto con temas socioeducativos reales y la solución colectiva de problemas ambientales contextuales.

Conclusiones

En el Centro Universitario Municipal San Luis, Santiago de Cuba, el trabajo extensionista a través de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor, propicia la realización de encuentros intergeneracionales con personas del Hogar de Ancianos “Clodomira Acosta Ferrales”, embarazadas del Hogar Materno y estudiantes de distintos niveles de enseñanzas. En este caso, el desarrollo de actividades y talleres que vinculan la teoría con la práctica, en escenarios alternativos donde convergen varias generaciones, permitió la participación activa, el respeto y afecto de los niños y jóvenes hacia las personas de mayor edad, el correcto debate, colaboración y convivencia entre personas de diferentes edades, así como el intercambio de experiencias y conocimientos ambientales.